domingo, 3 de noviembre de 2013

Cacarámba

Cacarámba estaba en el pórtico hablando consigo misma:

-Cuando llegaras mi amor, vida del todo consuelo…

Cacarámba seguía sin respuesta; ya que ella estaba hablando sola, consigo misma.

>>Seguid vuestro consejo, y no mirad al Océano, si no, morirás de soledad en él, ya que, el Océano, es tan profundo, triste e infinito que te comerá viva, pero antes de viva: Triste. <<

Cacarámba recordó aquellas palabras de su amado. Todo cambio, ella ya había roto aquella promesa que se hicieron los dos.

Adiós Cacarámba, el mundo no fue hecho para ti, pero tal vez después si.

Y Cacarámba cae desde su terraza hasta el temible océano, el cual la devoró sin dejar un rastro alguno de ella…


Ahora, la espuma de ese mar es negra de luto por las noches, clara y brilante esperanzadora por las mañanas.

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